Con la llegada del bebé a casa, muchos padres tienen miedo de que las mascotas puedan influir negativamente en el recién nacido. Por ello, a continuación os planteamos diversos puntos de vista sobre esta cuestión.
Y es que una reciente investigación del Hospital Henry Ford en Detroit, Estados Unidos, publicada en la revista Clinical & Experimental Allergy afirma que estar en contacto con perros y gatos durante el primer año de vida refuerza el sistema inmunológico y puede evitar desarrollar alergias a este tipo de animales por parte de los bebés. Este estudio se realizó con una muestra de 671 pequeños. A pesar de ello, este informe no incluye el efecto que pueden provocar otras mascotas como las tortugas o los hamsters que a menudo suelen estar en las casas y formar parte de la familia.
De un modo u otro es innegable que las mascotas y en especial las más comunes como son perros y gatos implican un desarrollo de la capacidad afectiva y personal del pequeño pero ante todo, si finalmente decidimos que bebé y mascota van a convivir bajo el mismo techo debemos tener en cuenta que es necesario llevar a cabo una serie de medidas de protección para evitar la transmisión de enfermedades.
Cuestiones tan básicas como evitar que la mascota entre en el cuarto del bebé o no permitir que tengan un contacto muy directo son fundamentales. También se mantendrá alejado al animal de los juguetes del niño que normalmente tiende a llevárselos a la boca, así como los de la mascota fuera del alcance del bebé. Asimismo, también habrá que tomar medidas de profilaxis necesarias y mínimas, consultar al veterinario en cuanto a los controles y tratamientos indicados, tener especial atención en cuanto a la vacunación y la desparasitación de los cachorros.