–Una dieta saludable y equilibrada podría reducir la incidencia mundial de enfermedades congénitas en aproximadamente un 70%, según un estudio realizado en 193 países. En España, Francia e Italia, donde se sigue una
dieta mediterránea (fruta fresca, verdura, aceite de oliva…), la incidencia de estas alteraciones es significativamente menor
–Científicos de la Universidad de Glasgow creen que la administración de
progesterona a las mujeres embarazadas puede reducir sensiblemente el riesgo de muerte entre los niños prematuros.
–Administrar suplementos de vitamina D a las embarazadas puede ayudar a que sus futuros bebés desarrollen huesos mas fuertes a lo largo de su edad adulta. Esta vitamina es fundamental para la absorción del calcio. Por tanto, los suplementos vitamínicos o la exposición a la luz solar contribuyen a que el cuerpo genere vitamina D.
— Dar a luz reduce el riesgo de sufrir fracturas de cadera durante la madurez. Un nuevo estudio ha descubierto que las mujeres que nunca han pasado por un parto son un 44% más propensas a romperse la cadera cuando llegan a la edad de 70 años que las que han sido madres. Los investigadores creen que el embarazo y los trabajos del parto contribuyen a reforzar los huesos pélvicos.