No todos los Días de San Valentín son iguales. No todos los años los regalos hacen la misma ilusión, ni todas las tarjetas que has recibido por estas fechas contenían justo esa frase que deseabas escuchar. Si hay un momento en el que apetece esmerarse de manera especial con el detalle que uno escoge, es si este día coincide con el embarazo o acabas de dar a luz a un hijo.
Si es tu caso, este año vivirás sin duda un Día de San Valentín muy especial.
La paternidad hace que la pareja descubra una manera diferente de amar, a la que ha experimentado hasta que este momento llega. La ternura, el amor y la sensibilidad que se desarrolla con el nacimiento de un hijo es inimaginable.
Y todas las excusas son buenas, para celebrar el amor y para demostrar de distintos modos todos estos sentimientos que estáis experimentando por primera vez (o segunda o tercera).
Aprovechad cualquier circunstancia para celebrarlo como pareja, pero también para vivirlo con vuestros hijos. Si ya no son unos bebés y podéis hablar con ellos del tema, puede ser bonito que sepan y escuchen que son fruto del amor, de vuestro amor.
Si estás en ese momento en el que quieres hacer un regalo a la persona con la que compartes la vida, las ilusiones y junto a la cual logras superar los momentos difíciles, pero no sabes cómo, te proponemos que pienses en algo que no sea material y con lo que podáis descubrir una forma nueva de mostrar vuestro afecto también hacia vuestros hijos. Una buena opción si tu hijo acaba de nacer es que os regaléis un curso de masajes para bebés .
Los bebés necesitan el contacto físico con sus padres. Les calma cuando están incómodos, les proporciona seguridad y les ayuda a desarrollar el apego con las personas que les cuidan. Adquirir nociones básicas para hacer masajes a los niños, puede ser una bonita experiencia y un regalo original, que os servirá para toda la vida.
Hay empresas con las que puedes concertar este tipo de servicios a domicilio. Esta opción de regalos se está convirtiendo en una auténtica tendencia, que encaja a la perfección con el deseo de muchos padres de dar afecto a sus hijos en cantidad y en calidad y con la falta de tiempo para hacer planes, que sobre todo las madres tienen durante los primeros meses de vida de su hijo.