Existen personas a favor y otras en contra, acerca de los antidepresivos durante el embarazo. Algunos ginecólogos recomiendan a sus pacientes embarazadas que reduzcan las dosis o dejen de tomar antidepresivos por completo entre diez y 14 días antes de la fecha prevista para el parto, con el objeto de prevenir los síntomas de abstinencia en el recién nacido. El consumo de antidepresivos durante el embarazo no aumenta significativamente el riesgo de muertes intrauterinas o neonatales, reveló un estudio realizado entre 30.000 mujeres en países escandinavos. Los investigadores indicaron que éstas mujeres tenían una tasa de abortos espontáneos y muertes postneonatales algo más elevadas que aquellas que no toman antidepresivos durante el embarazo.
Sin embargo, estas muertes podrían estar relacionadas con otros factores como que algunas sufrían enfermedades psiquiátricas graves, fumaban o eran adictas a alguna droga, o tenían una edad avanzada… La depresión durante el embarazo es común, con una cifra que oscila entre 7% y 19% en los países industrializados.
Lo adecuado es que seáis tratadas por un psiquiatra que estudie vuestro caso y sea él, el que sepa si os corresponde o no tomar medicación, ya que en algunos casos, la falta de tratamiento contra la depresión y la ansiedad durante el embarazo os hace daño a ti y a tu bebé, además de aumentar el riesgo de partos prematuros y de nacimiento de niños con poco peso. Si ya los estás tomando y decides dejar de hacerlo durante el embarazo, asegúrate de consultar primero con tu médico. Dejar el tratamiento de repente puede provocar síntomas de síndrome de abstinencia, como hemos dicho anteriormente.