¿Sabías que el aire frío del invierno tiene un efecto aún mayor en tu piel cuando estás embarazada? Ahora que se acerca el tiempo de temperaturas frías, es hora de comenzar a combatir esos problemas en la piel.
El efecto de las hormonas produce cambios en la estructura de la piel volviéndola más sensible a factores externos como el viento y el frío, provocando afecciones como rojeces, descamación y sequedad extrema.
Tengamos en cuenta que la piel seca es un efecto secundario común del embarazo, junto con el aire seco y frío, necesitará hidratación adicional. Es fundamental beber mucha agua, también puede ayudar usar un humidificador en tu habitación por la noche para ayudar a tu cuerpo a retener la mayor cantidad de humedad posible.
Usa una loción suave o humectante. Y si tienes sensaciones desagradables y de picazón debido a tu piel seca (y todo ese estiramiento), prueba un baño tibio (¡no caliente!).
Recomendaciones para tu piel durante el invierno
Una rutina de cuidado de la piel, durante el embarazo, también puede ser una parte importante del ritual del cuidado personal. Aquí hay una lista de recomendaciones de cosas que se deben hacer y otras que no para cuidarla durante el embarazo en invierno.
Qué debes hacer
Protector solar: Debes usarlo incluso si las temperaturas son frías, todavía hay potentes rayos UV que pueden contribuir al riesgo de cáncer de piel y al envejecimiento prematuro. Además, el embarazo puede hacerla más propensa a oscurecerse con la exposición al sol (melasma).
Encuentra un protector solar que te guste para que puedas usarlo todos los días. Es muy importante cuidarnos de la exposición inadecuada al sol en el embarazo y en cualquier otra etapa de tu vida.
Afecciones crónicas: Si tienes problemas crónicos en la piel antes del embarazo como eczema y psoriasis, necesitas continuar con los tratamientos que utilizabas antes. El eczema puede brotar en el embarazo debido a cambios hormonales. Para otro tipo de tratamientos que no hayan sido recomendados, debes consultar con tu médico.
Vestimenta adecuada al clima: Eso significa cubrir la piel expuesta con guantes, bufandas y sombreros, y también usar un par de zapatos resistentes para evitar resbalones.
Bebe mucha agua corriente: Entre el calor seco, las náuseas matutinas constantes y todo lo demás que acompaña a estar embarazada en el invierno, necesitas hidratarte de adentro hacia afuera. Llevar una botella de agua contigo ayudará a prevenir parte de la pérdida de humedad que estás experimentando.
Ropa de cama y toallas: Las mezclas sintéticas ásperas agravarán las zonas ásperas ya irritadas. Para poder descansar mejor y relajarte mientras duermes, puedes darte un baño tibio antes de acostarte y utilizar después sábanas y toallas supersuaves.
Hidratar y exfoliar: La humectación diaria o dos veces al día en todo el cuerpo, y con especial concentración en las áreas que tienden a secarse, ásperas y con picazón, ayudará a que se sienta hidratada y reduzca la picazón y la incomodidad.
Intenta elegir un humectante con menos productos químicos agresivos, Aplica la crema hidratante sobre la piel húmeda después de una ducha o baño y luego sécala. Hacer esto ayudará a que el humectante permanezca y penetre más profundamente.
Exfoliar con el uso de un exfoliante, una esponja vegetal o un cepillo elimina la piel muerta y estimula la circulación, notarás que se vuelve más luminosa y suave.
Lo que debes evitar
Productos que contengan retinoles o retinoides: esto incluye productos con y sin receta comercializados como tratamientos para el acné y las arrugas. Se ha demostrado que la exposición al retinol causa defectos de nacimiento en dosis altas en estudios con animales y en algunos estudios con humanos.
Acné: Puede aparecer si no tenías, y está relacionado con niveles altos de hormonas y suele ser peor en el primer trimestre. Dado que el acné está relacionado con la carga bacteriana en la piel, puede ser útil lavarse la cara y las fundas de las almohadas con regularidad y evitar pellizcar y reventar las espinillas.
Los antibióticos recetados como la clindamicina y la eritromicina son seguros durante el embarazo, se deben evitar los productos de venta con receta y las exfoliaciones en dosis altas, pero es probable que los productos de venta libre sean seguros.
Cambios de temperatura: evita exponer tu piel a grandes fluctuaciones de temperatura como pasar del aire frío a un baño caliente o sentarte junto al fuego, puede sentirse bien el principio, pero, puede resecar tu piel y causar picazón.
Una buena opción es tomar baños o duchas calientes, aplicar una crema hidratante espesa inmediatamente después de secarse y considera usar un humidificador.
Para terminar…
Estar embarazada no debe impedir que te veas hermosa. Puede ser un momento ajetreado tratando de hacer frente a los cambios de humor y los cambios corporales, pero no dejes que eso ocupe toda tu atención.
Siempre ten en cuenta que tu piel es el órgano más grande, el que te protege, pero es tu manera de conectar y presentarte al exterior. ¡¡Debes cuidarla siempre!!
Fotos: Pixabay.