La piel del bebé es especialmente frágil y delicada, haciéndolos particularmente vulnerables a los efectos del frío, los cambios bruscos de temperatura y las agresiones externas. El aire invernal es muy crudo para la piel de todos, pero para los bebés y los niños pequeños es más difícil porque son muy susceptibles al clima frío y seco.
Teniendo en cuenta algunos cuidados específicos puedes ayudar a prevenir la piel seca las mejillas agrietadas y otras molestias de la piel ocasionadas por el frío, la humedad y el viento. Algunas de ellas pueden ser usar prendas adecuadas, adoptar medidas de prevención y usar productos naturales para cuidar la piel del bebé.
Efectos del frío sobre la piel del bebé
El frío y los cambios repentinos de temperatura pueden afectar la piel de los bebés. Si no se les da el cuidado adecuado, la piel de los bebés puede carecer de humedad y adecuado protector solar, y la exposición prolongada al frío puede provocar la aparición de dermatitis.
Además, el aire frío puede secar la piel y provocar sarpullido, pero también puede secar y resecar los labios de los bebés.
Consejos para cuidar la piel del bebé en invierno
La mejor manera de cuidar la piel del bebé en invierno es adoptando medidas preventivas. Esto incluye vestir adecuadamente al bebé para evitar el frío y mantenerlo lo más caliente posible, sin sobrecalentarlo.
Debes usar prendas de lana, suaves y gruesas, que te ayuden a abrigarlo. Por lo tanto, no es recomendable usar prendas de punto como los bodies ya que estos pueden hacer que el bebé se sobrecaliente.
Debes evitar todos los productos de cosmética para bebé que contengan detergentes, alcoholes, perfumes y parabenos. Estos productos químicos pueden ser perjudiciales para la delicada piel del bebé.
También es recomendable mantener la temperatura de la habitación con la que duerme el bebé en el intervalo de 18-21 grados, e intentar evitar que la experiencia recibida por la piel del bebé sea una brusca transición desde el frío del exterior a un calor en su habitación.
Bañar al bebé en invierno
El baño es uno de los momentos más importantes para mantener los cuidados de la piel del bebé en invierno. Por lo tanto, es aconsejable evitar los jabones y los productos con detergentes y químicos. No es necesario bañar al bebé todos los días, con dos veces por semana es suficiente. Al mismo tiempo, asegúrate de usar agua tibia para evitar quemaduras.
El uso de jabones suaves con pH neutro, sin perfume ni otros ingredientes químicos, es la mejor opción para el baño del bebé.
Productos a evitar
Debes evitar pomadas, cremas y otros productos de higiene que contengan aceites minerales, parafina, lanolina o fragancias artificiales ya que estos productos pueden provocar la aparición de pieles rojas y alergias.
Cuidar la alimentación y la temperatura de la casa
Una buena forma de cuidar la piel del bebé en invierno es a través de una buena alimentación. Puedes optar por alimentos ricos en vitaminas A, C y E que tienen propiedades antioxidantes, que te ayudarán a mantener la piel de tu bebé lo más suave y nutritiva posible.
Además, evita los cambios bruscos de temperatura en la casa. Esto puede causar cambios desfavorables en la piel de tu bebé. Si deseas aumentar la temperatura de la habitación del bebé, hazlo de forma gradual y siempre con la seguridad de que esa temperatura no sea demasiado alta.
Por lo tanto, no debes sobrecalentar la casa de más porque puede secar la piel mucho más. Debes mantenerla cómoda, pero suficientemente fresca como para que el niño quiera abrigarse un poco para dormir. Si tienes la calefacción encendida lo ideal es colocar un humidificador en la habitación del bebé para que no seque al máximo el aire.
Hidratar al bebé por dentro
Es importante saber que los bebés no necesitan líquido adicional además de la leche materna o de fórmula hasta que tienen entre 4 y 6 meses de edad. Es importante que te centres en la leche materna para que el bebé está hidratado, de esa manera puede obtener todos los nutrientes adicionales importantes que necesita.
Sin embargo, los niños pequeños deben beber agua, pero los líquidos adecuados porque de lo contrario no habrá suficiente espacio en su barriga para el alimento.
Cantidad recomendada de líquido que debe beber el niño al día
- Niños pequeños de 1 a 2 años: 1 a 4 tazas de agua y 2 a 3 tazas de leche.
- Niños de 2 a 5 años: 1 a 5 tazas de agua y 2 a 2 1/2 tazas de leche.
Palabras finales…
Hacer frente al cambio de temperatura y mantener la piel de tu bebé sana durante el invierno no es tan difícil como pueda parecer.
Si sigues los cuidados adecuados tales como vestir adecuadamente, usar productos naturales para el baño y la higiene, evitar los productos químicos agresivos y mantener la temperatura de la casa bajo control, estarás prestando un cuidado especial a la piel de tu bebé durante el invierno. Esto le ayudará a mantenerla saludable y suave, sin las irritaciones propias de esta época del año.
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