No es que esté totalmente contraindicado comer y, si el parto se desarrolla bien, la embarazada debería tomar agua o caldo, por lo menos. Pero se debe evitar cualquier tipo de alimento sólido o líquido porque nunca se puede estar seguro de que no necesitará anestesia. Cuando una persona está anestesiada puede regurgitar y asfixiarse al pasar el contenido del estómago a los bronquios. La alternativa es administrar agua y las calorías que sean necesarias para el parto a través del suero.
Silvia Martínez
Educadora social, fotógrafa y amante de la vida. Tengo bastante experiencia en diseño gráfico, montajes, restauración, carteleria, etc.
Dentro de mis aficiones tengo que decir que me fascina dibujar, la música, el cine, leer y, claro está, escribir (tengo algunos cuentos y relatos cortos)... ¡entre muchas otras cosas!