Las dietas restrictivas provocan déficit de nutrientes en el organismo. Durante el embarazo, la mujer tiene que atender a sus nutrientes ya que, durante esta época, aumentan. La dieta vegetariana, al igual que otras dietas, constituyen un grupo de riesgo por lo que es necesario la toma de suplementos. No es incompatible que una embarazada vegetariana tenga un bebé sano. Sin embargo, tendrás que planificar bien tus comidas para que ser vegetariana no se convierta en un problema para tu bebé y no afecte vuestra salud.
Los vegetarianos estrictos son aquellos que no toman nada de carne, ni pescado ni huevo, ni leche ni derivados. Por ello, su organismo tiene una deficiencia de proteinas y vitamina B12. Esto no es recomendable para que el feto crezca ya que crecerá con déficit. Por otro lado, otro tipo de vegetarianos son los permisivos, es decir, aquellos que aceptan tomar lácteos y/o huevos. Estos, al menos, aportan en su dieta proteínas de alto valor biológico y vitamina B12 por medio de la leche y sus derivados. La dieta más completa es la ovolactovegetariana, es decir, la basada en cereales, verduras, hortalizas, frutas, legumbres, semillas, frutos secos, huevos y leche.
Cuidarse durante el embarazo requiere visitas médicas periódicas y una dieta equilibrada. Si eres vegetariana tendrás que comentarlo con el ginecólogo y ver qué tipo de dieta tienes para que se sepa si podría afectar al desarrollo del feto y, en ese caso, solucionar este problema con lo que el médico considere oportuno. Recordemos también que el feto necesita recibir nutrientes de forma más o menos continuada. Es necesario comer a menudo y no dejar pasar más de tres horas entre una comida y otra.