A los papás les queda la ingrata tarea de buscar en sus deposiciones el objeto que se haya tragado el niño. Sin embargo, siempre se recomienda acudir a un pediatra para que sea él el que nos diga si debemos esperar para que lo expulse de manera natural o sea intervenido. Cuando nuestro hijo se ha tragado un objeto punzante o cortante, como un palillo de dientes o una aguja, hay que acudir a urgencias para sacar el objeto peligroso lo más rápido posible. Vamos a citar algunos alimentos que quedan automáticamente prohibidos en la dieta de los niños hasta que no sean mayorcitos, ya que podríamos tener un atragantamiento e incluso una asfixia. Aquí van: frutos secos, sobre todo, cacahuetes y pipas de girasol; aceitunas con hueso, cerezas, chicles ni caramelos y, con precaución y bajo supervisión paterna, alimentos como jamón serrano, palomitas de maíz…