El forúnculo se distingue de un simple grano por su aspecto inflamado y enrojecido. Además, es doloroso y va aumentando de tamaño a medida que se llena de pus. Suele estar producido por una bacteria (estafilococo) y, aunque puede aparecer en cualquier parte del cuerpo, es más frecuente en la cara, el cuello y las nalgas.
Una vez que se ha formado, es necesario que lo vea el médico. Si se lo descubre a tiempo aplicará una pomada con antibiótico y esperar a que la cabeza estalle espontáneamente al cabo de dos o tres días.
En otros casos, el médico tendrá que abrir el divieso y drenar el pus. Es muy importante que los padres se abstengan de estrujar el forúnculo por el riesgo de diseminar la infección. En algunos casos cuando se estruja, o no fue bien curado, el forúnculo al tiempo vuelve a salir en el mismo lugar.