Si esperas al nuevo miembro de tu familia esta semana, no te decepciones si el pequeño decide quedarse al calor y la seguridad de tu cuerpo durante algunos días más. Si el embarazo se prolonga, los controles médicos serán más frecuentes y es probable que te hagan alguna otra prueba para ver si el bebé está bien.
Acurrucado dentro del útero, el bebé apenas tiene ya sitio para moverse. Incluso después de nacer, su cuerpo permanecerá durante algunas semanas en esta posición fetal. Está bastante acostumbrado a tener sus piernas y brazos muy recogidos. En esta semana tu bebé habrá alcanzado ya su peso y altura definitivos: el promedio es de 3,5 kg y 50 cm. Como lleva varios meses produciendo grasa, ésta representa ahora el 15% de su peso corporal, lo cual le ayudará a mantenerse caliente en el mundo exterior.
El resto de su cuerpo también está ya preparado para la vida fuera del útero. El bebé ha acumulado almidón en su hígado para transformarlo en glucosa después del parto y también tiene reservas de líquido. Está perfectamente equipado para pasar por el parto y aguantar un día más hasta que tome su primera leche materna.
El útero de la mujer en la última semana de gestación es mil veces más grande que el día de la concepción. Y los senos son el doble o triple de grandes que antes de quedarte embarazada, ya que se han preparado para la lactancia materna. Cada mama pesa ahora alrededor de medio kilo más. No te preocupes si el parto no comienza a las 40 semanas. Aunque pase más tiempo, se considera que no existe retraso hasta las 42 semanas. Aprovecha estos últimos días, ya que cuando nazca tu bebé estarás de guardia 24 horas y pasará algún tiempo antes de que recuperes parte de tu independencia.