Esta situación no es para inquietarse ni alarmarse. Todavía no se ha dado el caso, en la historia de la medicina pediátrica, de un niño que se haya quedado sin dientes de leche.
Aunque los incisivos inferiores suelen hacer su aparición hacia los seis meses de vida (son los primeros que se muestran), pueden llegar a tardar hasta diez meses más en brotar o, al contrario, erupcionar antes de cumplir el medio año de edad.
Nota: recordemos que algunos bebés nacen con ciertas piezas dentales.
Debemos de tener muy claro que la naturaleza no es una ciencia exacta y, como explicación a cuándo van a salir los dientes de leche, nos basaremos en la herencia familiar, que es la única que nos va a servir.
De esta manera, si preguntamos en el entorno familiar, seguramente que algún abuelo, el padre o, la madre misma, presenta las mismas características de desarrollo dental que el bebé; tardando en echar los primeros dientes de leche.
Por tanto, la demora es totalmente normal y no presenta ningún patrón deficitario en el desarrollo evolutivo del niño. No significando que tenga carencia de calcio, en este caso.
Es preciso recordar que, una vez que salga la primera pieza dental, las demás, crecerán detrás de ella rápidamente.