Sin duda es una de las decisiones más complicadas durante los primeros meses de vida de tu hijo. Si ambos padres trabajáis fuera de casa, decidir si buscáis una cuidadora en casa, si lleváis al bebé a la guardería o si optáis por recurrir a los abuelos es el gran dilema en esta primera etapa. Decidas lo que decidas intenta no sentirte culpable y busca la solución que mejor case con tus circunstancias y tu manera de ser. Una buena solución para una amiga puede ser una pésima opción para ti.
Conciliar tu vida laboral con la atención de tu familia no es fácil, pero es posible. Si has optado por contratar a alguien que te ayude con el cuidado de tus niños, una de las primeras decisiones que deberás tomar es hasta dónde quieres que esta persona intervenga en la educación de tu hijo. Habla con ella de cómo quieres que haga las cosas. No des nada por supuesto. Es buena idea que estéis las dos un par de semanas antes de que te incorpores de nuevo al trabajo para que puedas explicarle bien cuáles son tus costumbres en asuntos como la higiene o la alimentación.
Encontrar a la cuidadora ideal no es fácil, pero si encuentras a alguien de confianza con quien sintonices bien, puede ser una ayuda fundamental para lograr la ansiada conciliación.
La guardería es otra opción. Todos los padres os preguntáis cuál es el mejor momento para llevar a vuestro hijo a la guardería. La respuesta es difícil ya que va a depender de muchos factores. El motivo habitual de llevarlo en los primeros meses de vida suele ser el trabajo de los dos miembros de la pareja y la falta de ayuda a nivel familiar o de una tercera persona por no encontrarla, no fiarnos o no disponer de recursos para contratarla. La guardería va a ser la segunda casa de vuestro hijo, por lo que deberéis buscar la que más se adapte a vuestras exigencias como padres y como educadores. Si esta es tu opción, ten en cuenta que en el momento en el que tu hijo empiece a ir a la guardería se pondrá enfermo a menudo, piensa en un «plan B» para esos días en los que no puedas llevarlo.
La baja por maternidad es un tiempo precioso para pensar en todo ello. Decidas lo que decidas te aconsejamos que hables con personas de confianza (vecinos, amigos, familiares…) a los que puedas recurrir en un momento de apuro o ante un imprevisto. Las cuidadoras también se ponen enfermas y hay momentos en los que en una familia surgen urgencias y necesidades, no siempre compatibles con los niños. En estos casos te dará seguridad saber que tienes a quién recurrir.