La relación de los padres con su hijo es muy importante durante todo momento, sobretodo, la madre con el hijo en la etapa de la infancia, en las primeras etapas de la vida del niño esta relación es crucial y determinante para su supervivencia, ya que depende física y psíquicamente de ella. Después de haber pasado nueve meses en su interior, la unión permanece y no concibe su vida al margen de la madre. Cuando el bebé llega a los 6 meses, comienza a ser más independiente en todos los sentidos y se despega más de la madre.
Cuando la madre llega con su hijo a casa tras el parto, le asaltan inseguridades, temores, surgen cada día dudas nuevas relacionadas con la salud del bebe, las comidas, el llanto, sueño, etc, sobre todo las madres primarizas y es muy importante aprender a observarlo y conocerlo para que se produzca una buena comunicación con el niño, se desarrollen en él sentimientos de seguridad y confianza y sobre todo hay que intentar proporcionarle un buen desarrollo afectivo y psicológico.
Al principio, todo es nuevo, tanto para el bebé como para la madre, pero con el tiempo y paciencia se supera, lo importante es la naturalidad y saber esperar el tiempo prudente hasta alcanzar ese conocimiento mutuo, a partir de entonces todo será mucho más sencillo. Desde el principio, el bebe es capaz de reconocer a su madre a través del olfato y el oído, y la madre no debe nunca olvidar que la persona más querida para el niño es ella. En las primeras etapas del bebe es fundamental que sienta el apoyo materno. Este respaldo lo percibe a través de las miradas, las caricias, besos, abrazos… Si el bebé no se siente querido de pequeño, podrá tener problemas sociales, psicológicos… en un futuro.
Es muy perjudicial para el equilibrio psicológico del niño que su madre sea excesivamente protectora como excesivamente independientes del niño, sin a penas, tener manifestaciones de cariño. Hay que ir paso por paso e ir sabiendo dejadle autonomía, todo a su debido tiempo. El bebe se ve a sí mismo como una parte de la madre, y además de ella lo recibe todo, de esta forma se va enriqueciendo la vida afectiva del niño.
No hay que olvidar que los niños aprenden sobre todo por imitación, tienden a imitar las conductas de los demás, y especialmente, de las personas que son significativas para ellos, y en el caso de los niños los padres son, con diferencia los seres más queridos. Por lo que educarlo bien y con ciertos valores, será imprescindible para educar a tu bebé para que sea una gran persona.