Todos los padres tendemos a sobreproteger a nuestros hijos. Queremos cuidarlos y atenderlos al máximo. Por ello, el tema de la salud se torna un asunto muy relevante y que, a veces, hace que nos preocupemos innecesariamente. Hoy te contamos cuales son las revisiones del bebé necesarias durante el primer año.
Es muy habitual que las madres que han seguido su embarazo a través de médico privado, también incluyan al recién nacido en la póliza para que sea tratado y seguido por médicos privados. Pero también hay muchos casos en los que no queremos descartar la atención pública y el control de los primeros meses de año se realizan tanto por pediatras privados como públicos.
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Tenemos que tener en cuenta que, si el niño no presenta ningún problema de salud, los controles rutinarios de crecimiento y desarrollo, no es necesario que se hagan por las dos vías. Estamos sometiendo al bebé a un estrés innecesario y, aunque en algunos temas pueden haber pequeñas diferencias entre un pediatra y otro, en los aspectos generales, todos se rigen por las mismas pautas. Puede que uno te diga que empieces a darle la papilla de frutas a los 5 meses y otro que te aconseje esperar a los 6 y, en muchos casos, tú te guiarás por las preferencias de tu hijo.
Revisiones del bebé básicas
El principal control del primer año, exceptuando cualquier problema o anomalía, se centran en los exámenes para controlar el crecimiento, las pautas nutricionales y el desarrollo psicomotor del bebé. Del mismo modo, el pediatra se encarga de marcar el calendario de sus vacunas.
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Lo mejor que nos puede pasar es que no tengamos ninguna necesidad de ir a visitar al médico. Eso significa que el niño se encuentra sano y sólo tenemos que ir para controlar su crecimiento.
En ese caso, lo habitual es realizar un primer examen a la semana del nacimiento, donde hay que realizar la incómoda y necesaria “prueba del talón”. La siguiente visita es a los 15 días, aproximadamente, coincidiendo con el primer mes de vida del bebé. A los 2 meses, hay que poner una vacuna, por lo que se realiza una nueva visita, las siguientes son a los 4 y a los 6 meses. Luego, lo habitual es realizar otra revisión a los 9 meses y otra a los 12.
Hay quien, durante el primer año de vida, quiere realizar revisiones del bebé mensuales, aunque si todo va bien, al niño le haremos un favor si le evitamos alguna visita al médico ya que no suelen guardar un buen recuerdo de ellos, aunque los traten con mucho cariño.