La toxoplasmosis es la vía de contaminación más frecuente es la ingesta de carne cruda o poco cocinada contaminada por el parásito. Uno de los alimentos más implicados en esta infección es el jamón. Esto puede provocar graves daños en el feto. Por ello, no se recomendaba comer jamón a la mujer embarazada, o eso es lo que están investigando.
La Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia ha firmado un acuerdo con el Centro Tecnológico del Cárnico para realizar un estudio sobre la relación entre la toxoplasmosis (enfermedad ocasionada por el protozoo ‘toxoplasma gondii’ que puede causar infecciones al feto) y el consumo de jamón curado durante el embarazo. Están centrando la investigación sobre la relación entre la toxoplasmosis en el jamón curado así como la manera de eliminar esta bacteria de los productos cárnicos, bien sea al someterlos a muchos grados o exponerlos a bajas temperaturas.
Al parecer, la situación ha mejorado mucho y las posibilidades de contraer la toxoplasmosis durante el embarazo son muy bajas y, en el caso de padecer esta infección, el riesgo de que el niño tenga algún problema, también es escaso. La toxoplasmosis puede suponer un grave problema para las mujeres embarazadas, al causar desde infecciones leves hasta la muerte del feto. Por este motivo, quienes no han pasado por esta enfermedad (no hay síntomas) deben hacerse la prueba pertinente para detectarla, además de extremar la higiene y la alimentación. En otros casos, puede provocar un aborto o, incluso, que el niño tenga problemas de tipo necrológico. Esta infección es una de las más comunes en todo el mundo. No es sintomática y es más frecuente en personas que conviven con animales.