Señales de autismo en bebés de hasta 2 años

señales de autismo

Las señales de autismo pueden detectarse ya en bebés de menos de 12 meses, lo que permite hacer un diagnóstico confiable que será confirmado a los 4 años, más o menos.

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Fuente: Salud180

El autismo no resulta sencillo de detectar en los niños, ya que hay muchos peques que muestran comportamientos similares a pesar de no tenerlo. Los niños que realmente tiene trastornos del espectro autista no reciben un diagnóstico eficaz y real hasta que llegan a los 4 años, y en algunos casos incluso más mayores.

De todas formas, instituciones especializadas aseguran que se puede obtener un diagnóstico confiable en base a determinados comportamientos antes de cumplir un año, y que antes de los 18 meses sus padres ya pueden ver señales de autismo que indiquen que algo en su bebé no es lo habitual en otros de esa edad.

En cualquier trastorno o enfermedad es muy importante actuar cuanto antes para comenzar un tratamiento que pueda ofrecer buenos resultados y el niño pueda llevar una vida lo más normal posible. Vamos qué señales de autismo podemos detectar en bebés de 0 a 2 años, separando por franja de edad.

Señales de autismo en menores de 12 meses

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Fuente: Estos Peques
  • El niño no muestra interés por los rostros de las personas.
  • No sonríe, no mantiene contacto visual e incluso parece que mira por encima o a través de las personas.
  • No responde cuando lo llaman por su nombre, no se da la vuelta para descubrir de dónde viene un sonido y no siempre que oye algo reacciona, aunque parece que oye perfectamente.
  • No le gusta que lo toquen o abracen.
  • No balbucea ni da muestras de desarrollo en el habla.
  • No intenta comunicarse contigo mediante gestos, como por ejemplo levantar los brazos cuando quiere que lo levantes.
  • No muestra interés en los juegos y actividades típicas de su edad.

Señales de autismo en niños de 12 a 24 meses

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Fuente: Mi bebé store
  • No hace gestos para comunicarse, como los más sencillos a esa edad, que es mover la cabeza para decir sí/no, decir adiós con la mano o apuntar con el dedo para señalar lo que quiere.
  • Hay que destacar que entre los 14-16 meses, los niños empiezan a señalar con el dedo para llamar la atención sobre algo que quiere, especialmente cuando es un juguete.
  • Otra señal puede ser que a los 16 meses aún no diga ninguna palabra sola, o que a los 24 no diga frases de dos palabras, como «mamá agua» o «papá pan».
  • Va perdiendo habilidades sociales o verbales que sí tenía anteriormente, como por ejemplo decía algunas palabras que ya no dice o mostraba interés por las personas pero ya no lo hace.
  • Cuando hay más gente, se aleja de los demás para estar aislado, solo. Le gusta vivir en su propio mundo e ignorar a las personas que tiene a su alrededor, incluso si son niños.
  • Camina de puntillas o no camina.

¿Qué hacer si veo señales?

En primer lugar, hay que destacar que el hecho de que tu niño tenga una o varias de estas señales de autismo no significa que sea autista. Cada bebé tiene su desarrollo, y aunque hay pautas generales, son una orientación. Dicho esto, sí es importante que hables con su pediatra sobre su desarrollo, mencionando todas las cosas que crees que son diferentes en comportamiento y desarrollo con respecto a otros niños para que lo examine y vea si hay algún problema.

¿El autismo tiene tratamiento?

Es importante saber que el autismo no tiene cura, y que la persona afectada deberá vivir con ello el resto de su vida. Lo que sí se puede es seguir un tratamiento para llevarlo mejor y que su desarrollo sea lo mejor posible, especialmente en la etapa infantil. El tratamiento suele incluir terapias emocionales y psíquicas para motivar al niño a mejorar su desarrollo y habilidades, especialmente de las emocionales y de expresión de sentimientos.

¿Es hereditario?

Se calcula que entre el 10 y el 15% de las personas que tienen autismo lo presentan por condición genética. De hecho, hay varios trastornos asociados al autismo que tienen carácter hereditario, como el síndrome X frágil, el síndrome de Tourette, la esclerosis tuberosa, la neurofibromatosis o el síndrome de Sotos. Si algún familiar padece uno de estos trastornos, el médico puede calcular el riesgo de que ocurra en otros miembros de la familia, aunque no es un dato que se pueda determinar con total precisión.

Además, si se desconoce la causa del autismo en esa persona, no es posible predecir las posibilidades que un nuevo miembro de la familia tiene de padecerlo.

El trastorno del espectro autista cambia la vida de las personas que las padece, pero no tiene por qué hacerla de mala calidad. Es muy importante que te informes y acudas a asociaciones para que el niño pueda estar en contacto con niños parecidos a él y con especialistas que les ayuden a desarrollar sus habilidades lo máximo posible.

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