Durante el embarazo son muchos los cambios que se producen en los senos: aumentan de tamaño, aparecen estrías, se vuelven más sensibles, etc.
Para evitar molestias y futuros problemas sobre todo al momento de amamantar, es importante cuidarlos y mimarlos desde el principio.
Los pezones también requieren algunos cuidados desde el primer día, para que puedas disfrutar de darle el pecho a tu bebé sin problemas ni molestias.
Cambios en los senos durante el embarazo
Las variaciones que pueden sufrir a lo largo del embarazo son las siguientes:
Cambio de tamaño: el primer cambio que se aprecia es el crecimiento mamario, debido a la grasa acumulada y al aumento de las glándulas. Es probable que necesites una talla más de contorno de pecho en los dos o tres primeros meses del embarazo.
En el correr del embarazo seguirán aumentando de tamaño preparándose para la lactancia.
Picazón y aparición de estrías: al incrementar su tamaño es muy común que aparezcan estrías y se sienta picor en la zona. Éstas se producen por el estiramiento de la piel, así como también la sensación de cosquilleo y picazón.
Sensibilidad al tacto: Muchas mujeres embarazadas sienten una sensibilidad especial en los senos, que suele ser uno de los primeros signos de embarazo.
También pueden sentir molestias causadas por la cantidad de hormonas femeninas en el cuerpo, se vuelven más sensibles al tacto, duelen y se hinchan.
Pezones y aureolas más oscuros: La piel que rodea los pezones se vuelve más oscura, las aureolas elevan y se tornan irregulares. Segregan una sustancia aceitosa que sirve para lubricar el pezón, evitar su resequedad y la aparición de grietas. Además, los pezones se vuelven más prominentes.
Secreción de calostro: Algunas mujeres comienzan a segregar calostro (líquido que nutre al bebé en los primeros días después de dar a luz, antes de que los senos comiencen a producir leche).
Suele ser de consistencia espesa y amarilla, al acercarse al momento del parto se vuelve más pálido y casi incoloro.
Puede salir por sí solo al masajearse los senos, o ante la excitación sexual. Su aparición es normal.
Consejos para cuidar los senos durante el embarazo
Duchas de agua fría
Dúchate con agua templada y al terminar aplica sobre cada pecho un chorro de agua fría. Puedes darte un masaje con un trozo de hielo, es una forma para tonificar a la piel. Además, cierra los poros, ayuda a la circulación y brinda frescura a tu piel.
Hidrata la piel desde el primer día
De esta manera, evitarás la aparición de estrías que pueden volverse irreversibles. Aplica una crema hidratante mediante suaves masajes unos minutos al día, de manera diaria.
Es importante que realices masajes circulares que estimulan la circulación sanguínea y ayudan a la renovación celular. Puedes aplicar también una crema reafirmante de los senos. El aceite de argán es muy aconsejable para evitar la aparición de estrías.
Sujetador adecuado
Debes usar un sostén especial de maternidad que alivia muchas molestias musculares. El material ideal es el algodón, con tirantes anchos, incluso para la noche deberías usarlo.
El sujetador debe envolver el pecho sin comprimirlo, por lo tanto, para averiguar tus medidas puedes consultar con un profesional del sector en tiendas especializadas.
Mantener tu peso
Intenta mantener un peso equilibrado y no te preocupes por el aumento del tamaño de tus senos, es normal. Recuerda que el adelgazamiento y el aumento de peso conlleva riesgos en la actividad de la piel.
Exposición al sol
La piel de los senos es muy frágil y las quemaduras de sol en esta zona pueden ser muy nocivas y provocar lunares malignos. Debes evitar la exposición en las horas del mediodía donde la radiación es más intensa.
Practicar ejercicio
Practicar ejercicio con el sujetador adecuado ayuda a reforzar dar firmeza y fortalecer los músculos que rodean la glándula mamaria. Además, aliviar otras molestias como la pesadez de las piernas y dolores de espalda baja.
Realizar ejercicios con cinta elástica y con pesos o con un balón, permite reforzar y estirar los músculos que sostienen el pecho.
Cuidado de los pezones
- Lava los senos con agua cuando te bañes, no utilices jabones o geles de ducha que pueden provocar sequedad e irritación.
- Deja que los pezones se sequen al aire o frótalos suavemente con una toalla.
- Cambia los discos absorbentes con frecuencia para reducir el riesgo de infecciones por hongos o bacterias.
- La leche materna tiene propiedades nutritivas que previene las grietas y ayudan a su cicatrización.
- Utiliza cremas antigrietas que son productos específicos para el pezón.
- Debes comenzar a usarlas unos meses antes de la fecha del parto, y son compatibles con la lactancia.
Después del parto
Luego que has alimentado al bebé la glándula mamaria empieza a contraerse y se hace más pequeña. La piel que se ha estirado en los últimos meses empieza a contraerse proporcionando a los senos una apariencia de estar «vacíos».
Los ejercicios hacen las mejores herramientas para recuperar toda la belleza y el fortalecimiento de la zona. Los pilates ofrecen muy buenos resultados igual que la natación.
El cuidado de los senos durante el embarazo y después del parto va hacer que te sientas bien y puedas mantenerlos saludables y fuertes.