Si estás embarazada seguro que has oído hablar de un montón de cambios que van a ocurrir no solo en tu cuerpo sino en tu mente. Entre ellos, se habla del síndrome del nido. ¿Quieres saber qué es? ¡Sigue leyendo!
Según se va acercando la fecha del parto, a las embarazadas les entran ganas de limpiar y preparar cosas para la llegada del bebé que hasta el momento no consideraban importantes. Sufren el llamado síndrome del nido y sienten la necesidad de limpiar a fondo, decorar y ordenar la casa, y en definitiva, de dejarlo todo preparado para que el bebé se sienta cómodo en su nuevo hogar.
El síndrome del nido suele aparecer al final del embarazo, aunque para algunas embarazadas, con problemas de ansiedad, puede llegar antes.
Los síntomas del síndrome del nido:
Es posible que estés pensando «eso a mi no me pasará, no soy una maniática como mi madre» pero lo cierto es que a todas nos puede ocurrir. Lo mejor que puedes hacer es entender los síntomas e incluso contárselos a tu pareja para que uno u otro seáis capaces de identificar el problema si surge. Toma nota de estos síntomas y trata de analizar tu caso:
Compulsividad
La futura mamá siente un ímpetu totalmente irrefrenable por llevar a cabo inmediatamente las tareas del hogar: fregar, limpieza general, planchar, redecorar, pintar, cocinar…
A pesar de estar en la recta final del embarazo, la mujer se encuentra repleta de fuerzas para dedicarse a dejar la casa en perfecto estado para la llegada del nuevo miembro de la familia.
Todo en su lugar
La embarazada se fija en detalles y rincones de la casa que habían pasado inadvertidos hasta entonces y que en ese momento se convierten en prioridad.
A cualquier hora
Sea la hora que sea, se afana en dejarlo todo limpio y ordenado, e incluso puede llegar a despertarse de madrugada con la intención de hacer algo.
A toda marcha
Le invade cierto nerviosismo ante la sensación de que debe tenerlo todo preparado para la inminente llegada del niño y le obsesiona que no le vaya a dar tiempo a todo.
Consejos para sobrellevar el síndrome del nido
Si al final resulta que caes en el síndrome, no te preocupes, no se trata de ninguna enfermedad ni caso grave, simplemente tendrás que tener cuidado con algunos detalles.
A continuación daremos unos consejos para sobrellevar este síndrome lo mejor posible:
- No subas a lugares altos para limpiar o coger cualquier objeto. Y ten especial cuidado con las escaleras.
- No te extralimites. Al menor síntoma de cansancio, deja de hacer la actividad que estés realizando en ese instante. Recuerda, lo más importante en este momento eres tú y tu bebé.
- No arquees la espalda para agacharte. Mantén la espalda recta y flexiona las siempre las rodillas cuando te agaches.
- No dejes de realizar otras actividades que puedan distraerte y relajarte por limpiarla casa. Programa un día a la semana para hacer lo que te dé tiempo y deja el resto para otro día cualquiera.
- No cojas peso y tampoco arrastres muebles u objetos pesados.
- No realices tareas a medianoche. Si te despiertas con unas ganas irresistibles de pasar la aspiradora o limpiar el baño de madrugada, limítate a apuntarlo en la agenda para el día siguiente.
- No centres tu mirada en el polvo. Pasa el dedo por el mueble y resiste la tentación. Conseguirás no caer en la limpieza desmedida provocada por tu estado.
- Pide ayuda. Si consigues que algún familiar o amigo entienda tu situación seguramente no tendrá problema en ayudarte con las cosas que físicamente no sea aconsejable que realices.
Causas del síndrome del nido y otras curiosidades
Se cree que el síndrome del nido puede estar provocado por un cambio hormonal que se produce cuando el parto está cerca. La embaraza siente la necesidad imperiosa de limpiar, lavar, planchar, ordenar… fijándose en cosas en las que antes no había reparado, e incluso poniendo en peligro su integridad y la de su bebé al subrise a escaleras y revisar altillos. Ante esta situación, lo más importante es mantener la calma y pedir comprensión y ayuda a las personas que te rodean.
Este es un comportamiento que puede observarse también en el mundo animal, y no es preocupante, a no ser que se convierta en obsesivo y te genere demasiada ansiedad.
¿Y tú, has vivido en alguna ocasión el síndrome del nido? Te animamos a comentar este post contándonos tu experiencia y trucos que hayas aprendido para ayuda a otras mujeres como tú.