Cualquiera de los productos que se venden en el mercado están homologados y no existen diferencias significativas entre ellos. Por tanto, da igual el tipo de material del que estén formados, aunque los de vidrio son más fáciles de limpiar. El tipo de tetina, bien sea redondeada o bien aplanada, es indiferente y no se ha encontrado que existan diferencias entre ambas respecto a futuros problemas dentales.
El agujero de la tetina debe permitir una salida lenta de la leche en forma de goteo continuo, pero no de chorro, lo que disminuirá el riesgo de atragantamientos. Es aconsejable revisar periódicamente las tetinas y los biberones. Las tetinas se rompen con el uso, sobre todo a partir del inicio de la dentición y deberán ser sustituidas. En el caso de los biberones, aparte de la posibilidad de rotura, es muy importante que sean bien visibles las rayas de medición, para que no haya errores en el momento de preparar la leche.
Existen diferentes tipos de biberones:
- Biberones de vidrio termoresistentes: Son los ideales para la primera etapa.
- Biberones de plástico irrompible: Indicados a partir de los 4 meses, ya que se pueden dejar al bebé para que los agarre él solo. Los hay anatómicos para facilitar su manipulación.
También existen diferentes tipos de tetinas:
- Recién nacido de 0 a 4 meses: Son muy blandas y de dimensiones reducidas. Llevan un solo orificio en el centro y sólo son válidas para la leche de inicio.
- De 4 a 12 meses: Para las primeras papillas. Su tamaño es mayor y suelen llevar un orificio más grande. También existen tetinas especiales para zumos, para dar medicamentos o anatómicas que simulan la forma que adopta el pezón de la madre en la succión y se adaptan mejor a la forma de la boca del bebé.