Una investigación realizada en Bristol (Reino Unido) declara que beber entre tres y siete vasos de alcohol a la semana durante el embarazo no parece tener efectos en el embarazo. Se refieren a que no tiene ni efectos perjudiciales ni beneficiosos para la salud de la embarazada ni para el feto. Aunque el estudio detectó un aparente efecto positivo, los investigadores lo atribuyen la mejor posición social de las embarazadas que beben con moderación.
El estudio se llevó a cabo en niños de diez años. Las madres de dichos niños habían bebido alcohol, de forma moderada, en el embarazo. De forma moderada nos referimos entre 3 y 7 vasos semanales. Al parecer, estos niños de diez años que estuvieron expuestos a esto, obtuvieron mejores resultados en pruebas indicadoras de desarrollo neuronal. Por ello, se deduce que el consumo moderado no tiene efectos negativos sobre el desarrollo del feto.
El consumo moderado de alcohol durante el embarazo no parece dañar el desarrollo del equilibrio normal en los niños pero tampoco tener efectos beneficiosos. Los científicos declaran que beber mucha cantidad es dañino para el bebé, mientras que beber de manera moderada no es ni dañino ni beneficioso. En definitiva, la manera más segura de evitar cualquier sutil efecto negativo es no beber alcohol mientras se está embarazada.