Algunos chicos sufren auténticos ataques de celos antes de cumplir el año. Cuando ven a mamá y papá sentados en el sillón, tratan de meterse en el medio. Y si mamá le hace mimos a su hermano, protestan.
Por un lado, al bebé le da seguridad ver que sus padres se quieren, pero, por el otro lado, necesita acaparar toda la atención solo para ellos de parte de sus progenitores, especialmente de su mamá.
Aunque sus muestras de celos nos den risa, no debemos ignorarlas, ya que indican que el pequeño tiene miedo de que le quiten el cariño de su mamá. No hay que dejarlo sufrir, pero tampoco evitar los mimos al resto de la familia por ese motivo.
No es bueno que crea que puede lograr toda la atención de un progenitor. Lo mejor es que quienes han provocado los celos lo consuelen. Sólo así entenderá que mamá también quiere a otras personas.