Como cualquier adulto, el niño suele padecer profundas angustias, pérdidas, depresiones y desengaños. Estos sentimientos no se pueden ocultar ni reprimirse para evitar sufrir más de la cuenta. Es por eso que los padres deben intervenir, para educar a sus hijos en una dirección de aceptación más que de represión.
¿QUÉ DEBE HACERSE FRENTE A LA TRISTEZA?
No es aconsejable anular este sentimiento, ya que es muy recomendable para afrontar las grandes pérdidas de nuestra vida. Y un niño también sufre grandes pérdidas: una mascota que se muere, un juguete que se pierde, algo que quería mucho y se rompe……
Hay que hacerle ver al niño que la tristeza sóla es muy peligrosa cuando dura demasiado o se produce sin un motivo justificado. Contarle una historia o leerle un cuento que amerite una reflexión final puede contribuir a este fin.
¿QUÉ DEBEN HACER FRENTE AL ENOJO?
Aunque es verdad lo que dicen los especialistas, que sólo aquellos que se enfadan pueden provocar grandes cambios, hay que enseñarles a los niños que deben dejar pasar esta emoción una vez que hayan cumplido con su objetivo. ¿Por qué?. Porque si no puede transformarse en venganza u odio. Tengamos en cuenta que muchos enojos reprimidos, con el transcurso del tiempo generan enfermedades físicas.
Los padres deben hacerle entender al niño lo importante que es expresar la ira, la cual tiene una función especial. ¿Cuál es?. Nos ayuda a protegernos cuando nos atacan, y a defender a otros que están siendo maltratados de manera injusta. Poco a poco, el pequeño podrá discernir qué enojo es justificado y cuál no corresponde y puede ser evitado. Algo que puede ayudar es leerle cuentos infantiles en donde no se respeta a la naturaleza, se trata mal a los animales y los niños