La episiotomía es una pequeña incisión en el periné (la parte comprendida entre la abertura vaginal y el ano) con el fin de agrandar el orificio por donde sale bebé.
La razón por la que se practica es preventiva: el corte evita los desgarros de la zona y las complicaciones en el bebé, además de reducir la duración del nacimiento. En la actualidad, hay muchos médicos partidarios de que el parto se desarrolle de forma natural, sin practicar el corte, salvo que resulte estrictamente necesario.
¿Cómo podemos evitarla?
EN EL EMBARAZO: Es imprescindible trabajar el periné. Cuanto más fortalecidos y flexibles estén los músculos de la zona, más eficaces serán los pujos y menor será el riesgo de desgarro. Los cursos de preparación para la maternidad incluyen ejercicios que trabajan el suelo pélvico (como los de Kegel, que consisten en contraer y relajar los músculos que rodean la vagina y el ano).
DURANTE EL PARTO: La clave reside en realizar un período expulsivo lento. Esto favorece que el periné se vaya distendiendo poco a poco y permite a los médicos protegerlo para evitar que se desgarre.