El chupete es un elemento muy usado por los padres de hoy en día y muchos de ellos desconocen cuales son las consecuencias que puede tener un uso exagerado del mismo.
Entre las ventajas encontramos:
- Calmar el deseo de succionar del bebé.
- Calmar el llanto del bebé. Esta ventaja se puede convertir en un inconveniente si siempre que llora el bebé se recurre al chupete. El llanto es su forma de comunicarse y es necesario que los padres se esfuercen en tratar de entender qué les pide o qué le pasa a su bebé.
- Calmar los cólicos.
También existen inconvenientes como:
- Interferencia con la lactancia materna. No se succiona del mismo modo un chupete que el pezón para mamar, por ello es importante empezar a usar el chupete a partir de los primeros 15 días o el mes de vida del bebé, de forma que el patrón para mamar ya se ha desarrollado.
- Malformaciones dentales y deformidades en la boca. Normalmente estos problemas se solucionan suprimiendo el uso del chupete nada más reconocerlos.
- Otitis. Ya que favorece el paso de bacterias desde la nariz y la boca al oido.
- Accidentes. Debido a su material duro, el niño puede dañarse con el propio chupete, e incluso con la cadena que se suele utilizar para colgarlo.
Por tanto, el uso del chupete ha de ser moderado, nunca ha de iniciarse antes de los 15 días y ha de suprimirse antes del año y, por supuesto, es fundamental una alta higiene.
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