Los problemas digestivos son el motivo más frecuente de las visitas pediátricas durante los primeros meses. Aunque los síntomas causan intranquilidad, la mayoría de las veces son trastornos triviales.
CÓLICOS: Son episodios de dolor agudo recurrente en lactantes sanos y bien alimentados. No revisten gravedad, no se conoce el motivo exacto de los origina y no existe ningún medicamento eficaz para evitarlo. Se inician sobre las dos semanas del nacimiento y suelen desaparecer alrededor de los tres o cuatro meses sin previo aviso.
Sugerencias para los cólicos:
- Colócalo boca abajo sobre tu falda.
- Háblale y acaríciale mientras lo balanceas suavemente.
- Paséalo en su cochecito o en la mochila.
- Ponle una música relajante.
GASES: Son muy molestos y, por lo general, suelen estar provocados por las prisas: el bebé está hambriento y traga demasiado rápido o tú pretendes que termine demasiado deprisa. Es normal que trague algo de aire al darle el biberón, pero si lo haces tranquilamente y sin nervios, el riesgo se reduce. Si no quiere más, no le fuerces.
Sugerencias para los gases:
- Procura que la tetina del biberón esté siempre llena de leche y que el tamaño del orificio sea el adecuado.
- Asegúrate de que eructa después de cada toma.
- Ofrécele una infusión de anís.