Te seguimos recomendando ciertos hábitos saludables que es bueno enseñar a los niños durante su crecimiento y desarrollo en los primeros años de vida.
TOMAR MÁS AGUA:
Los pediatras insisten que la mejor bebida para un niño es el agua. Los zumos de frutas son saludables, pero hay que tener en cuenta su alto contenido en azúcares. Lo mismo pasa con los refrescos. A los niños pequeños, les gustan las bebidas dulces, pero abusar de ellas puede traer problemas dentales, como la aparición de caries, y favorece el sobrepeso o la obesidad. Los adultos deben animar a los niños a beber agua durante el día para evitar la deshidratación.
SONARSE LA NARIZ:
Los resfriados son habituales entre los más pequeños una vez acuden a la guardería o al colegio. A partir de los dos o tres años es un buen momento para enseñarles a sonarse la nariz. También aprenderán a combatir la congestión nasal y a respirar mejor. Algunos pediatras señalan que los niños se meten un dedo en la nariz cuando están aburridos o ansiosos. El buen uso de un pañuelo de papel evitará esta mala costumbre. Enséñale a que siempre lleve en su mochilla algunos pañuelos de papel.
EJERCICIO FÍSICO:
Según los expertos, el cuerpo de los niños no está preparado para la práctica deportiva hasta los nueve o diez años. Por eso, en niños más pequeños se habla siempre de actividades físicas y no de hacer deporte. Este tipo de experiencias, que acostumbran a ser siempre juegos, incide directamente en su salud. Previniendo la aparición de enfermedades cardiovasculares, obesidad,…. También tiene propiedades terapéuticas para niños y niñas con enfermedades crónicas como asma, diabetes o distrofia muscular.