Cómo actuar frente a niños desobedientes

nino desobediente

Cuando un niño es muy desobediente, las situaciones se tornan complicadas y el ambiente familiar se vuelve tenso. Es el niño quien no obedece, pero terminan implicados todos los miembros de la familia. Lo ideal sería que, tras pedir algo al niño, éste lo realizara sin más dilación o, como mucho, que se le tuviera que repetir una vez más para darle tiempo a reaccionar.

Pero, en los casos de niños más desobedientes, la situación se hace algo más difícil, el niño parece no escucharnos y, al final, terminamos gritando, enfadados, nerviosos y con el niño llorando. Algunos niños son muy difíciles de manejar, muchas veces quieren llamar la atención y se vuelven tercos, impertinentes y tratan de sacarnos de las casillas, pero sin duda que eso es lo peor que podemos hacer. Pero muchas veces la paciencia tiene un límite y nos terminan enloqueciendo. 

Para enseñarles a obedecer debemos empezar desde la edad infantil, fomentando en ellos la escucha y la atención y evitando futuros malentendidos que, al final, nos harán la convivencia más llevadera.

De manera que trata de:

  • No le hables desde lejos, es mejor pedírselo mirándole a los ojos y manteniendo un contacto visual, que sienta que la situación va en serio.
  • Las peticiones han de ser claras y concisas para no liarle.
  • Pídele las cosas de una en una para no saturarle, y poderle decir de buena manera, «que es lo que no has entendido».
  • Debes estar convencida de que ha entendido lo que le pedimos.
  • Prueba a pedirle lo que quieres que haga de forma inmediata una primera vez.
  • Si no lo hace, repíteselo de nuevo y prueba a llevarlo del brazo hacia el objetivo.
  • Los gritos no aseguran la escucha y, menos aún, la realización del actor No pierdas la paciencia y persevera en el intento.

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