Se ha hecho mucho daño en nombre del amor. Muchas veces, los padres con toda la buena intención, intentan demostrar su amor de muchas maneras que no funcionan.
Entre ellas las más frecuentes son:
1. Demasiada permisividad: Dejarles hacer lo que se les antoja no hará que crean que los quieres. Al contrario, puede favorecer la tiranía o Síndrome del Emperador. Tus hijos no necesitan un “colega de buen rollo”, sino pautas, normas y un modelo de padres a seguir.
2. Martirio y reproches: Muchas mujeres, por educación cultural, se sacrifican dejando a un lado sus necesidades y priorizando las de los hijos, porque creen que es la única manera de expresar amor por su familia. Esto puede desencadenar un resentimiento convertido en recriminaciones hacia los hijos. Por tanto, cuídate y quiérete para poder cuidarlos y quererlos más a ellos.
3. Sobreprotección: Lo único que se consigue con una protección excesiva es que los niños sientan que no son capaces de valerse por sí mismos. Evitar que se enfrenten a conflictos o problemas que, por otra parte, están perfectamente capacitados para resolver, repercute sobremanera en su autoestima y seguridad. La solución: en lugar de frenar, anímales a superarse y crecer.
4. Bienes materiales: De poco sirve compres a tus hijos todo lo que quieren si las verdaderas muestras de amor brillan por su ausencia. En lugar de regalos, obséquiales con tu tiempo y tu presencia.
5. Cantidad sin calidad: Pasar las 24 horas del día con ellos no necesariamente en muestra de amor, y menos si ese tiempo está plagado de críticas y discusiones. El tiempo que pases con ellos debe tener la calidad (cariño, cuidado, escucha, respeto, alegría, atención) que se merecen.
6. Condiciones: El amor nunca debe ser condicional, porque en ese caso deja de ser amor. Frases como: “Te quiero cuando…..si….,porque….” Conllevan una manipulación que ensombrece el verdadero sentimiento. Recuerda: “Te quiero” siempre es una frase completa.