El tipo de juego que realizan los pequeños evoluciona a medida que crecen; partiendo de un juego centrado en su propio cuerpo (los primeros meses los bebés juegan mirándose a las manos, tomándose los pies…), poco a poco van incorporando el objeto en sus acciones (lo lanzan, lo muerden, lo chupan….) hasta que llegan al juego funcional (usan los objetos con la finalidad para la que fueron diseñados).
El siguiente paso es la incorporación del juego simbólico. En este momento evolutivo, el adulto se convierte en el centro de su atención y al chico le encanta imitar sus acciones. Es cuando comienza el juego del “como si”: hacen como si fueran papás, mamás, cantantes, peluqueras, médicos….El juego simbólico representa el apogeo del juego infantil y hasta los seis años, más o menos, es el juego por excelencia.
QUE LES APORTA:
• Les permita conocer mejor el mundo que los rodea y tomar conciencia del papel que son capaces de desempeñar en él. Esto, a su vez, los ayuda a afirmar su personalidad.
• Les facilita el conocimiento de los distintos roles sociales, de las relaciones familiares y de las diferentes profesiones.
• Favorece las interacciones sociales y la resolución de sus conflictos.
• Al hacer que son otros, canalizan sus propios deseos, tensiones y miedos.
• Los ayuda a conocer el mundo de las personas adultas y a invertir roles: es frecuente que reten a sus muñecos adoptando nuestras actitudes.
• Es el primer paso para salir del pensamiento egocéntrico y entrar en el pensamiento abstracto, ya que comienzan a ponerse en el lugar del otro.