Empieza el jardín: Ya no es un bebé, más información

jardin-de-infantes.jpgContinuamos con una nueva entrega de este tema, ayer hablamos sobre la importancia del jardín y en este caso profundizaremos sobre una de las etapas más importantes de la infancia, el lazo de unión entre el medio familiar y extra familiar. El hogar será siempre el refugio mayor del niño dónde encontrará protección y seguridad.

LA SEPARACION: Frente a la novedad de tener que ir al jardín, aparece la ansiedad que el niño la puede manifestar de distintas formas. Es su manera para defenderse de una situación nueva. ¿Cómo? Con llantos, negándose a comer, dormir, vestirse, siendo agresivo, con conductas aniñadas, resistiéndose a concurrir o expresando enojo o rabia con quién lo lleve.

Cada niño es diferente, entonces unos adaptarán determinadas conductas y otras. Y por eso el período de adaptación a esta nueva situación varía. El niño responde según como vive su experiencia e historia de vida. No hay que asustarse, todas sus reacciones son normales.

Ir al jardín representa un cambio para el niño y sus padres, pasará un determinado tiempo fuera del hogar, y la separación, sin duda, le provocará angustia. Y también sentirán algo aquellos que ya concurrieron al jardín el año anterior. Es una nueva experiencia, otra maestra, quizás nuevos compañeros y un salón diferente. Para “combatir” todos los sentimientos que le provocan al niño temor, es que existe el período de adaptación.

ADAPTACION: Lograr una adaptación para los padres, el jardín y el niño es muy importante. Se trata de un proceso normal, natural, transitorio y necesario en el que entran en juego padres-maestras y niños, dónde vuelcan sus deseos, expectativas, ilusiones y temor.

No es un período exclusivo de los niños y ayuda a que la transición del hogar al jardín sea lo más cálida posible, a que la experiencia de la separación sea transitada con gratificación y a que la nueva situación se convierta en una etapa agradable y tolerada fomentando la confianza del niño.

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