Desde hace bastante tiempo, los pediatras y las matronas aconsejan acariciar el delicado cuerpo del bebé con masajes continuados y regulares.
Estas indicaciones favorecerán la digestión y la eliminación de gases, calmarán el dolor y las molestias durante el período de dentición, así como también, ayudarán a la coordinación muscular, la movilidad y la flexibilidad.
Por estos y otros motivos, es por lo que los especialistas afirman que el masaje infantil se puede aplicar desde las primeras semanas de vida. Sin olvidar que, en el caso de la barriga, deberá esperarse hasta que al recién nacido se le desprenda el cordón umbilical.
Recordemos que el masaje es, además, un medio de expresión afectivo que fortalece el vínculo emocional y propicia el desarrollo físico y psicológico del pequeño.
Nota: con quince minutos al día de masaje, será suficiente.
