La lactancia no sólo es alimento, sino también el contacto íntimo que ofrece también calor, bienestar, amor y seguridad. Si has decidido, por varios aspectos, alimentar a tu bebé con leche adaptada, no se sientas culpable y transforma esas tomas en momentos de complicidad que compartan ustedes sin interferencias. El amor entre la mamá y su bebé se demuestra de infinitas maneras. Busca tú las tuyas.
TEN EN CUENTA CIERTOS CONSEJOS:
• Usa tu mirada: Cuando estés dándole el biberón a tu bebé, acércate y establece una relación directa mirándole a los ojos.
• Busca el contacto piel con piel: Apóyale sobre tu brazo desnudo y, cuando lo levantes para ayudarle a eructar, deja que descanse sobre tu cuerpo.
• Háblale: Compensa la distancia física que conlleva el biberón, hablándote y tarareando alguna canción.
• Permite el juego: Los bebés, a su manera, “juegan2 con el pecho. ¿Por qué no dejarle jugar con el biberón? ¿Deja que lo sujete o que lo tenga entre las manos un momento cuando haya terminado?.