Cuando hemos tenido los hijos que deseábamos, nos planteamos qué hacer para no seguir aumentando la familia. Uno de los métodos anticonceptivos femeninos es la ligadura de trompas.
La ligadura de las trompas es una operación quirúrgica que se realiza para que la mujer quede sexualmente estéril. Existen dos métodos de ligadura de las trompas: la minilaparatomía y la laparascopia. En la minilaparatomía se hace una pequeña incisión en el abdomen para localizar las trompas de falopio, las cuales conducen los óvulos de los ovarios hacia el útero.
Después de haber localizado las trompas y haberlas sacado fuera del cuerpo por medio de una incisión, se extrae una porción de éstas y se atan las extremidades.
En la parascopia, primeramente se infla el abdomen de la mujer con dióxido de carbono o con gas de óxido nitroso creando un espacio entre el intestino y el abdomen. Luego se inserta una luz de fibra óptica, haciendo una perforación en la pared abdominal y un instrumento coagula las trompas con una corriente eléctrica o coloca una faja o una grapa en las trompas.
La ligadura de las trompas tiene un índice de fracaso del 1%. Esto es igual al índice de fracaso de la vasectomía. Puede surgir el embarazo como resultado de un error en la cirugía, por equipo dañado o por los procesos naturales en donde el cuerpo restablece una conexión desde el útero hasta la cavidad abdominal.
En el caso de que con el tiempo la mujer quiera volver a ser madre, se puede llevar a cabo la cirugía reversible, pero ésta no necesariamente restaura la fertilidad. Los índices que ofrecen resultados positivos sobre la reversión del proceso de esterilización en la mujer pueden ser falsos, ya que el 70% de las mujeres que solicitan este procedimiento no cualifican para la cirugía, porque el daño a las trompas de falopio o a los demás órganos reproductivos es muy extenso. Por eso, las mujeres deben considerar que cualquier técnica de esterilización es permanente.
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