A menudo los bebés recién nacidos necesitan varios intentos hasta que consiguen agarrarse bien al pecho y a veces ocurre que cuando lo logran en seguida lo suelta. Sigue estos pasos que te serán muy útiles:
• Cógelo en cuanto empiece a desperezarse y le toque mamar, antes de que empiece a sentirse inquieto.
• Colócalo a la altura del pezón utilizando, si es necesario, una almohada.
• Sitúa la palma de tu mano en su espalda, rodeando los hombros, y pon tus dedos pulgar y corazón sobre sus orejas.
• Con la otra mano, agarra tu pecho por debajo haciendo una C y poniendo el pulgar encima. No toques la aureola (el área de piel más oscura alrededor del pezón), ya que tu bebé también necesita tenerla a su alcance.
• No muevas el pecho y coloca el pezón sobre el surco de debajo de la nariz de tu bebé. Cuando empiece a abrir la boca, acércaselo rápidamente para que se agarre usando la palma de la mano que tienes sobre su espalda. Una vez se haya agarrado, mantén su interés presionando la mama suavemente para facilitar que la leche fluya.