¿Mi bebé engorda a buen ritmo? ¿Cuánto tiene que aumentar por mes? ?Qué se considera normal y qué preocupante? Primera parte, del primer año.
- Antes de nacer
En la panza de mamá, la vida es maravillosa. Además de disfrutar del balanceo amniótico, el pequeño dispone de una fuente inmediata de alimentos de primerísima calidad. Pese a todo, el médico tiene que asegurarse de que el futuro bebé evoluciona correctamente y, por supuesto, el peso constituye, ya desde este momento temprano, una de las pautas fundamentales de su desarrollo.
Para corroborarlo, el ginecólogo observará cada ecografia y relacionará la altura del futuro bebé (desde la coronilla hasta el coxis) con su diámetro abdominal. En las sucesivas consultas obstétricas continuará vigilando este progreso.
- Recién nacido
En cuanto un bebé nace, todos los parientes y amigos quieren saber cuánto ha pesado (siempre, sí). Algunos responden con nota (‘Sebastian está fenómeno, abuela, ¡casi 4 kilos!») y otros se quedan raspando (Manuela, 2,4″, explica el papá y, para sortear posibles comentarios, la mamá agrega muy resuelta: «Pero ha nacido muy sana»).
El margen de normalidad es amplio y se emplaza entre los 2,5 y los 4 kilos (por debajo y por encima de estas cifras, pueden necesitar cuidados especiales). El peso medio de los bebés nacidos a término se sitúa entre los 3 y los 3,5 kilos. Sin embargo, la expresión «peso promedio» se fundamenta en un cálculo general y no hay que asustarse si nuestro pequeño lo supera un poco o se queda algo corto (por lo general, las nenas suelen pesar unos gramos menos que los varones).
- Tres o cuatro días después del nacimiento, el bebé probablemente pesará menos.
Les ocurre a todos los bebés porque expulsan la orina y el meconio acumulados durante la gestación. Esta pérdida puede representar hasta un 5 ó 10 por ciento del peso total, pero, salvo que el pediatra opine lo contrario, no hay por qué preocuparse (suelen recuperarlo enseguida).