Durante la temporada invernal y en los países desarrollados, las sibilancias o también llamados «pitos» en el pecho, son una de las primeras causas por las que se consulta al pediatra, siendo también la primera por la que los bebés ingresan en el hospital.
Generalmente van asociados de tos y de dificultad para respirar. Aún así, que un niño emita ruidos mientras respira, no significa que padezca sibilancias. En ocasiones este hecho se debe simplemente a que las vías respiratorias superiores son pequeñas o que, al estar llenas de mocos, cuando el aire penetra en ellas, se genera un ruido que se transmite al tórax simulando la existencia de «pitos».
No obstante, con una sintomatología tan inespecífica, es muy difícil determinar si el pequeño es un lactante con asma o padece una enfermedad grave. Así, las sibilancias pueden estar presentes tanto en una infección viral banal como en una enfermedad respiratoria grave; dentro de estas últimas se encuentran la fibrosis quística o una malformación congénita broncopulmonar.
El difícil diagnóstico hace que estos niños sean tratados muy tarde. Y, de lo que no cabe duda, es que estos pequeños tienen mermada su calidad de vida al sufrir sibilancias recurrentes.