Tu bebé está cada día más grande. Y a medida que crece, va adquiriendo nuevas habilidades. Nuevos logros que se reflejan en su comportamiento y también en sus hábitos. Cambia su manera de jugar, de comunicarse, cada vez permanece más tiempo despierto de día y duerme más horas de noche….
Hasta ahora, tomaba únicamente teta o biberón, y con eso bastaba, pero a partir de ahora comenzaras a darle otro tipo de cosas, porque la leche ya no le alcanza. En principio, tendrás que tener en cuenta que lo más importante es en que orden le introduzcas los nutrientes y ten en cuenta la consistencia de los alimentos.
Al comienzo deben ser blandos, de textura homogénea (sin pedacitos) y sabor agradable. Con respecto al horario, lo más conveniente es empezar con el almuerzo, en reemplazo de la teta o el biberón que tu bebé tomaba a esa hora. Si trabajas fuera de casa, podés darle de comer a la tarde o a la noche.
Las primeras papillas cumplen la función de que tu bebé aprenda, el entorno es básico, facilita el aprendizaje. No tienes que angustiarte si come poco, por el momento, su principal fuente de energía y nutrientes seguirá siendo la leche materna.
En cuanto a la cantidad va a depender de la capacidad gástrica de tu bebé. Lo usual es ofrecerle el equivalente a media taza de papilla y media taza de postre, aunque no necesariamente comerá esa cantidad.