Los niños adoran los cuentos porque representan un mundo de fantasía e intensas emociones. Normalmente, disfrutan de sus momentos de misterio gracias al distanciamiento de la ficción y a la presencia tranquilizadora del adulto que le está leyendo el cuento.
Las situaciones dificiles de los cuentos infantiles permiten a los niños, poder demostrar y proyectar fuera de sí mismos sus propios miedos, angustias, preocupaciones y conflictos, haciéndoselos más tolerables.
Los sentimientos de: envidia, celos, temor al abandono, la rivalidad, el miedo a crecer, el bien y el mal…; todos los problemas que atraviesa el alma infantil han sido plasmados en los cuentos infantiles y tienen en ellos, bajo una forma simbólica, una expresión dramática y una solución liberadora.
Que representan los cuentos infantiles:
–Los cuentos infantiles reflejan las angustias y los temores característicos de la infancia. Por eso emocionan tanto y tienen una función saludable. Pero la emoción debe mantenerse en un nivel soportable, sin llegar a aterrorizar, por supuesto.
Para eso es necesaria la presencia tranquilizadora de mamá o papá o de un adulto sensible y cuidadoso, que sepa leerlos y así poder estimular al pequeño y pueda adecuarlo a lo que el chiquito pueda tolerar, ya que puede verse desbordado por sus fantasías si las afronta en soledad.
–Es obligatorio que terminen bien: de ese modo, no se angustian.
–Y aunque los chicos suelen disfrutar de los misterios de los cuentos (de modo similar a como muchos adultos lo hacen con las películas de terror), algunos tienen ciertos miedos y «manías» personales, que hay que tener en cuenta.
–Hay niño que prefieren que los protagonistas sean animales, que la historia se desarrolle en el reino animal, por el hecho de que sienten y piensan en lo agradable de que sus mascotas hablen. El adulto que lee el cuento debe ser sensible y, como decíamos, mantener la estimusión emocional dentro de la tolerancia de cada pequeño.