Se habla de colecho reactivo cuando el niño duerme con sus padres no porque crean que el colecho es la mejor opción para su familia, sino como reacción a la actitud del niño. Este tipo de colecho puede tener efectos negativos en el niño.
El colecho se practica de manera habitual en las culturas orientales y es común en los Países Nórdicos. En el resto de Europa y en Estados Unidos hay controversia sobre si se debe o no realizar.
Dependiendo del lugar donde se practique es de una u otra forma. En Japón, la madre duerme con el bebé sobre un tatami en el suelo y el padre suele dormir en otra habitación, etc.
Los defensores del colecho, declaran que favorece la lactancia (los niños que comparten la cama con su madre maman más veces que los que duermen solos), refuerza el vínculo afectivo entre padres e hijos y aumenta los episodios de sueño REM (disminuyendo el riesgo de pausas respiratorias durante el sueño).
Los detractores aseguran que el colecho aumenta el hecho de sufrir el síndrome de muerte súbita del lactante.
Existen algunas situaciones donde no se recomienda practicar el colecho:
- Medicación y drogas. Si tú o tu pareja tomáis sedantes, determinados analgésicos o cualquier droga, no metáis al bebé en la cama.
- Nunca en el sofá. El niño puede quedarse atrapado en algún hueco y además es más fácil que haya una mayor flexión del cuello del bebé e interferir en su respiración.
- Alcohol. Todos los estudios establecen una relación entre el colecho y la muerte súbita cuando la madre ha ingerido alcohol en las 24 horas previas a dormir con el bebé.
- Tabaco. Se encuentra una asociación alta entre los casos de bebés fallecidos y el hecho de que la madre que practicó el colecho fumara durante el embarazo.
- Cansancio. Si creéis que os va a ser difícil despertar en caso de que el pequeño os necesite, que duerma en su cuna.
- Obesidad. Las personas obesas duermen un sueño del que cuesta más despertar.
- Fiebre. En estos casos es mucho más seguro no compartir cama por un posible contagio.
Imagen: paperblog