Continuamos hablando de cómo actúan las hormonas en tu cuerpo durante el embarazo. Al principio del segundo trimestre, los niveles de la hormona gonadotropina coriónica humana (GCH) bajan, mientras que el estrógeno y la progesterona siguen subiendo, y la placenta es la que se encarga de la producción de las hormonas en vez de los ovarios.
La progesterona aumenta la temperatura corporal en 0,5°C, de forma que quizás te sientas como si tuvieras calefacción central. También le dice a tu cuerpo que aumente el volumen sanguíneo para alimentar al bebé. Si tienes suerte, estos cambios son los que pueden dar una mejor apariencia a tu piel y a tu cabello. La progesterona también empieza a relajar los músculos del cuerpo y las paredes a acomodar el exceso de sangre. Mientras tanto, el estrógeno ayuda al funcionamiento de la placenta y al crecimiento de los huesos y órganos y del bebé.
No es sorprendente que tanta actividad hormonal tenga su lado negativo. Los efectos relajantes de la progesterona pueden ralentizar el tránsito intestinal, haciéndote más propensa a las digestiones pesadas y al estreñimiento. También puede relajar la válvula entre el conducto alimenticio y el estómago, ocasionando ardores de estómago, y como los vasos sanguíneos están superestimados, pueden distenderse, lo que conlleva varices y hemorroides.
PARA MEJORAR SUS SÍNTOMAS:
• VARICES: Evita permanecer de pie durante mucho tiempo seguido y levanta los pies siempre que puedas. El ejercicio suave también te ayudará.
• ESTREÑIMIENTO: Come muchos alimentos ricos en fibra, como frutas y verduras, y bebe muchos líquidos. Así también mantendrás a raya las hemorroides.
• ARDORES DE ESTÓMAGO: Bebe agua con limón, pues neutraliza los ácidos estomacales, y no te acuestes nada más terminar de comer.