De un recién nacido, sobre todo si es el primer hijo, nos preocupa casi todo: si le ha salido un granito, si estornuda…. La mayoría de las veces se trata de cosas normales y sin trascendencia, pero si no lo sabes, puedes asustarte innecesariamente. Te contamos que sorpresas puede darte tu niño.
• ESTORNUDOS: Estás embelesada mirando a tu bebé y, de repente, estornuda. Pero, ¿es posible que se haya resfriado en el camino del paritorio a la habitación? La realidad es que todos los recién nacidos estornudan, y esto les beneficia. Se trata de un reflejo para limpiar las fosas nasales, pues antes de nacer respiran líquido amniótico y de esta forma queda despejada.
• HIPO: Al igual que pasa con los estornudos, que el niño tenga hipo no tiene ninguna importancia, y se produce por el estímulo de un nervio cuando la comida llega al estómago. Desaparece solo, pero si quieres que lo haga más rápido, pon al bebé un poquito al pecho. (Por supuesto, que la técnica de dar un susto está TOTALMENTE DESACONSEJADA).