Primera parte. Te detallamos cuándo está indicada y cómo se realiza, la técnica de inseminación artificial. Básicamente, la inseminación artificial consiste en depositar el semen (previamente tratado) en el útero de la mujer mediante una cánula.
El procedimiento es así:
1.–Exploración previa. Antes de someterse a la inseminación, tal como aconseja la Dra. Luque, la mujer «debe hacerse una revisión ginecológica completa para descartar patologías. Además, habrá de tomar las vitaminas recomendadas preconcepciona ¡mente, cómo el ácido fólico y el yodo, para evitar problemas en el feto».
2. –Inducción de la ovulación. Para ayudar a que la técnica tenga éxito, la mujer es sometida previamente a un proceso de inducción de la ovulación. Consiste en tomar una medicación hormonal (muchas veces es inyectada), con objeto de estimular la producción de óvulos. En el mercado existen diferentes, como el clomifeno, las gonadotropinas y la hormona folículo estimulante. Será el médico, en cada caso, la que determine cuál es la más conveniente.
3.–Capacitación del semen. El semen ha de ser tratado antes de ser transferido al útero. Si se hiciese directamente; es decir, si se introdujese el semen eyaculado, podrán surgir ciertos problemas, como el riesgo de infecciones. Además, los espermatozoides contienen algunas sustancias que podrían provocar cierto rechazo, por lo que conviene capacitarlo antes en el laboratorio, para lo que se emplean dos técnicas.
- El varón tiene que recoger una muestra de espermatozoides siguiendo estas pautas: «Lavar previamente manos y genitales y mantener una abstinencia media de 3 a 5 días previa a la extracción».
- Después, el semen ha de ser «capacitado» (tratado), con objeto de recuperar los espermatozoides de mayor movilidad. Para ello se dejan en un medio de cultivo adecuado y se eliminan las sustancias perjudiciales, garantizando que su calidad es buena.