No debes precipitarte y acudir al hospital o clínica en cuanto empieces a sentir la primera punzada de dolor. Si lo haces, y vas demasiado pronto, lo único que conseguirás es ralentizar las contracciones, pues estarás tensa. Además, si eres primeriza pasará un tiempo hasta entrar en la fase propiamente dicha del parto (3 centímetros o más de dilatación con contracciones regulares).
Es importante acudir al hospital o clínica cuando:
• Las contracciones ya sean rítmicas y buenas de 2 a 3 contracciones cada 5 minutos si eres primeriza y cada 10 si no lo eres durante una hora y con una duración de unos 30 segundos.
• Cuando la bolsa de agua se rompe, pero no cuando se expulsa el tapón mucoso, porque puede pasar bastante tiempo hasta que, de verdad, estés de parto.
Ten presente que una vez llegado este momento, lo aconsejable es esperar con tranquilidad que se sucedan los acontecimientos y dejar que se inicie el parto espontánea o naturalmente. No hay que forzar la situación, si todo transcurre con normalidad, y procura, siempre que la dilatación sea de 1 a 1,5 centímetros por hora. En el caso de que las contracciones sean insuficientes, el parto se deberá dirigir; y si sobrepasa la fecha, se induce.
También puedes poner en práctica otras acciones:
• Anímate y practica sexo, funciona. El semen contiene prostaglandina, que abre el cuello del útero y estimula las contracciones.
• Puedes masajear los pezones para provocar la producción de oxitocina y acelerar así las contracciones. Es tan efectivo, que no debes intentarlo hasta pasadas las 37 semanas de gestación.
• Ponte a caminar, ejercerás presión en el cuello uterino y tu organismo bombeará oxitocina.