Los entuertos son contracciones uterinas potentes que ocurren después del parto y que tienen como objetivo reducir la matriz a su tamaño normal y colapsar los vasos sanguíneos sangrantes que han quedado en el lugar donde estaba la placenta.
Los entuertos se producen durante los cinco o seis primeros días después del parto, pero su mayor intensidad se percibe en las primeras 24- 48 horas. La mayoría de primerizas nota los entuertos como poco dolorosos, suaves como una regla. Pero a medida que tienes más hijos los entuertos son más intensos y dolorosos. Esto es por que la matriz de una mujer que ya ha tenido varios hijos está más blanda y necesita más fuerza y contracciones para volver a su sitio.
El útero de una mujer que no está embarazada pesa, aproximádamente, unos 70 gramos y mide 7 cm. Cuando la mujer se queda embarazada, aumenta de tamaño y llega casi a pesar 1 kg y medir 70 cm. Los entuertos se producen por una respuesta fisiológica del organismo de la mujer embarazada. Después del parto tampoco se necesita que el útero mantenga el tamaño del embarazo, por razones evolutivas, se requiere que vuelva a su tamaño normal.
Todas las mujeres después del parto tienen contracciones uterinas, pero no siempre se acompañan de dolor. Las quejas por entuertos son más frecuentes entre las primerizas que en las que ya han tenido más hijos. Quizá por el desconocimiento de lo que les está pasando.
Los entuertos más destacados son: mujeres con cesárea, aunque sea su primer hijo, suelen tener entuertos más dolorosos, que las mujeres que han dado a luz de forma natural. Además, aquellas que han tenido gemelos o niños muy grandes, suelen tener entuertos más intensos aunque sea su primer hijo, ya que la matriz se dio más de sí, de lo habitual.