Los bebés comienzan desde que nacen una etapa de desarrollo continuo que se verá favorecido de todos los estímulos a los que se exponga, siempre que sean apropiados. Los juguetes especialmente diseñados para ellos reportan una serie de notables beneficios tanto físicos como cognitivos. Aunque no todos los que ofrece el mercado son igual de válidos y útiles.
Desde que el bebé llega al mundo empieza a desarrollar habilidades básicas de forma completamente natural. Siente el impulso de moverse, comer, comunicarse, caminar y jugar. Este último valor resultará de una inestimable ayuda para que los más pequeños mejoren su motricidad, el sentido del equilibrio, la coordinación, y contribuya a un mejor desarrollo muscular. Así mismo, tendrá una influencia muy positiva en sus habilidades mentales, sociales y emocionales, al tiempo que potenciará sus relaciones con otros niños y con el entorno, como bien saben los expertos en Juguetes para bebes de tutete, especialistas del sector que crean juguetes para motivar e incentivar a los bebés en este sentido.
Según diversos estudios, estos son los principales beneficios que aportan los juguetes a los niños desde sus primeros meses de vida.
Desarrollo motriz
En primer lugar y uno de los más notable es el desarrollo motriz, y es que los juguetes para bebés están diseñados para que los niños consigan un mejor control de sus movimientos y alcancen una buena coordinación de su propio cuerpo. En este sentido, hay una extensa variedad, destinados tanto a la mejora de la motricidad gruesa como la motricidad fina. Finalmente, los bebés consiguen más fuerza y precisión en cada uno de sus movimientos.
Los pequeños sienten una gran atracción por sus juguetes favoritos y tienden a seguirlos, por eso consiguen un mayor desarrollo físico, pues sienten el deseo de atraparlos obligándolos a gatear o caminar. Además, cuando los alcanzan tienen una gran recompensa emocional, pues se llenan de satisfacción.
Cognitivo
Los niños aprenden jugando, y es que este es el modo que tienen de descubrir y a participar del mundo. Mientras lo hacen, observan, exploran, manipulan objetos e imaginan, mejorando su capacidad cognitiva, la resolución de problemas, la memoria y su capacidad de concentración.
Para ayudarle en este desarrollo, los juguetes seleccionados deben resultarles muy atractivos, además de retarles mentalmente con un nivel acorde a su edad. Los juegos de encajar piezas, por ejemplo, son muy populares y eficaces en este sentido.
Desde que ven la luz al nacer, hasta que los niños alcanzan los tres años de edad, el cerebro evoluciona a un ritmo vertiginoso, mucho más rápido que en cualquier otra etapa de la vida. Es en ese periodo en el que realmente se desarrollan las primeras habilidades cognitivas, como razonar, prestar atención, así como recordar cosas que se han aprendido o experimentado. Los juguetes intensifican y optimizan este periodo de aprendizaje.
Social
Del mismo modo estas piezas lúdicas para niños son realmente importantes dentro del desarrollo de las habilidades sociales, pues no juegan en soledad, sino que comparten su tiempo con otros niños y adultos, como sus padres o cuidadores, y esto les ayuda a estimular el habla y aprender desde pequeños algunas reglas básicas de convivencia.
Valores como el respeto hacia los demás, la integración y un desarrollo de la autoestima saludable, sin miedo o pena por convivir con personas nuevas también se experimentan mejor a través del juego. En ese sentido, se deben facilitar juguetes para compartir o jugar con otros niños o adultos.
Mediante estos objetos, aprenden a generar y mantener amistades, compartiendo y perfeccionando sus habilidades sociales, aprendiendo a negociar y a ceder en las ocasiones que ellos mismos decidan.
Así mismo, los niños aprenden en su interacción otros conceptos como la colaboración y el compromiso, el valor de compartir, seguir las reglas y evitar conflictos. Estas lecciones tan tempranas ayudan a ir entendiendo cómo funciona el mundo, así como los diferentes roles y reglas de la sociedad.
Emocional
Los juguetes tienen un papel esencial dentro del desarrollo emocional del niño, pues les otorgan seguridad. Es muy habitual que ocurra con algún muñeco, peluche o similar con el que crean un vínculo especial y del que no quieren separarse en esas ocasiones que les generan miedo o desconfianza, como cuando van a un lugar nuevo por primera vez se quedan solos a dormir.
Con el paso del tiempo, cuando va creciendo, dando paso a la creación de mundos imaginarios, con personajes y tramas que coinciden con su estado emocional. Estos juegos les ayudan a entender lo que les está pasando y a expresar y regular sus sentimientos.
Los niños, en ocasiones, sienten miedo, frustración, enfado… jugar con sus propios juguetes les ayuda a gestionar estos sentimientos, ganando confianza y desarrollando la empatía y la comprensión.