Castigos que No enseñan (III)

castigo

Continuamos enumerándote ciertos castigos con los que pretendemos educar a nuestros hijos, y que muchas veces en vez de enseñar, transmiten cosas contraproducentes.

Te describimos un ejemplo muy común:

3. Como no hiciste los deberes, tendrás que leer varias páginas de éste libro

Un placer, un gran privilegio y una oportunidad para vivir otras vidas se transforma en algo aburrido, tedioso y con lo que «pagar» por las malas  acciones. Continuamente nos quejamos de que los jóvenes no leen y aseguramos que hay que fomentar desde pequeños el hábito de la lectura. Y después, en muchas ocasiones utilizamos el libro como un castigo obligando a leer tantas páginas o tantos minutos. «Dominique, tu maestra me dice en una nota que no llevaste hechos los deberes, así que hoy, aunque ella no te dio tarea, te vas a sentar a leer media hora, sin levantarte».

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Posible solución o consejo:

Fomentar realmente la lectura. No queremos que la maestra lea «porque te lo mando yo», sino que aprenda que leer es algo fantástico y lo haga en un futuro por iniciativa propia.

Cuando usamos la lectura como castigo fomentamos que cumpla con sus responsabilidades sólo para evitar represalias y no por la importancia que tienen en sí mismas. Lo mejores indagar porqué no hizo la tarea. ¿No sabía?¿Se le olvidó? ¿Tenía demasiados deberes? ¿Prefirió hacer otra cosa? Y buscar una solución entre todos, en lugar de imponer sanciones. Así le transmitiremos que lo que nos importa de verdad es ella. Más allá de que muchos castigos planteen como negativas actividades que no lo son, haciendo que los chicos intenten evitarlas a toda costa, cabría hacerse una pregunta: ¿queremos que aprendan a no hacer cosas reprochables para evitar una sanción, o que aprendan el valor intrínseco del bien?

Lo primero es muy fácil y rápido, pero tiene un riesgo:en cuanto el sancionador mire hacia otro lado, aprovecharán para hacer lo prohibido, puesto que no tendrán interiorizada la importancia del buen comportamiento, sino la de evitar el castigo.

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