La elección del calzado para nuestros hijos debe cumplir con una serie de requisitos que están en función de la edad del niño y su actividad.
Recomendaciones:
1. Debes elegir siempre modelos específicos para cada deporte o actividad física: la zapatilla que más se ajuste al que practica tu hijo. Sobre todo, el tipo de superficie que va avisar con esas zapatillas.
2. La longitud del zapato: debe ser de 1 a 1,5 centímetros mayor que el dedo más largo.
3. La suela: tiene que ser flexible en el antepié y firme en la parte posterior.
4. La plantilla: ha de ser plana, sin ningún tipo de corrección.
5. La parte superior: del zapato debe estar fabricada con un material poroso, que permita una buena aireación del pie.
6. Los pies de los niños son diferentes, por lo que los materiales utilizados deben contener cámaras de aire, estabilizadores y controles de pronación y supinación. Si tu hijo es pronador (es decir, realiza un exceso de empuje hacie el interior del pie de apoyo) debe tener los contrafuertes más rígidos y prolongados hacia adelante por el borde interno. Quienes tienen el pie supinador (aquellos que realizan un empuje insuficiente del pie hacia el interior en el momento del apoyo) no necesitan medidas de refuerzo, pero, al ser el pie más rígido necesitará mayor amortiguación.
7. También tiene que llevar protección metatarsiana y calcánea, es decir protecciónes delante y detrás del pie.
8. Si va a utilizarlas para deportes de contacto o para jugar en equipo, debe llevar refuerzos situados siempre en la zona más agresiva o de gesto deportivo. Dependiendo de cada modalidad deportiva, el refuerzo irá donde arrastra el pie, donde se produce el gopleo….
9.Las zapatillas no deben utilizarse durante más de un año, no sólo por el crecimiento natural del niño, sino también por el deterioro que produce su uso excesivo.
10. Lo mejor es adquirir las zapatillas en centro especializados: en los que te puedan asesorar adecuadamente sobre la finalidad de cada calzado, tanto deportivo como de vestir.