Esta semana, las fosas nasales del bebé comienzan a abrirse, lo cual le da la oportunidad de practicar la respiración con sus músculos y sus pulmones. Por supuesto, no tiene aire que respirar, de modo que inspira y espira líquido amniótico.
El bebé también flexiona algunos de los músculos que le permitirán alimentarse: su boca y sus labios. Su reflejo de mamar es tan fuerte que si su mano flota cerca de su cara, se chupará el dedo pulgar o cualquiera de los demás dedos. Las ecografías suelen mostrar a los bebés chupándose el dedo pulgar. De hecho, algunos bebés nacen con ampollas en los labios, dedos o manos de tanto chupar.
Este es tan sólo uno de los más de 70 reflejos con los que nacerá el bebé. El bebé suele agarrar alguna cosa, como por ejemplo el cordón umbilical. Agarrar es uno más de los muchos reflejos ya mencionados. Si se acerca un dedo a un recién nacido, sorprende la fuerza con la que hace presa en él. Ahora es cuando el bebé practica esta capacidad prensil. Su juguete favorito es el cordón umbilical, que no para de estirar y apretar. No hay que preocuparse, el cordón está preparado para ello. El feto mide ahora unos 33 cm de largo y pesa unos 800 gramos.
Con respecto a la madre, daremos algunas indicaciones para este periodo
- El bebé come de tu plato, así que no debes dejar de prestar atención a la dieta y la frecuencia de las comidas. También es necesario comer bien por tu propio bienestar. Si baja tu nivel de azúcar en sangre te sentirás mareada, temblorosa y cansada.
- Hacer comidas ligeras y frecuentes te ayudará a mantener el nivel de azúcar en el punto adecuado. Cuando salgas, lleva contigo pequeños tentempiés, como fruta o yogur, de modo que no te quedes tirada por ahí sin algo nutritivo que llevarte a la boca.
- Muchas mujeres se preguntan si deberían evitar la comida picante durante el embarazo. No existe una respuesta sencilla a esta pregunta. Si te gustan las comidas picantes y las toleras bien puedes seguir tomándolas. Sin embargo, probar alimentos a los que no estés acostumbrada puede causarte molestias estomacales, tanto si estás embarazada como si no, de modo que ten cuidado con las aventuras gastronómicas.
- Si tu embarazo no es de alto riesgo, es probable que puedas seguir trabajando hasta el mismo día del parto. Aún así, conviene que hagas algunos cambios en tu rutina diaria para estar cómoda, como poner los pies en alto con frecuencia para favorecer la circulación y reducir las hinchazones.