El dolor de espalda es una de las molestias más comunes que sufren en algún momento cerca de dos tercios de las embarazadas. Las más propensas al dolor de espalda son aquellas mujeres que en embarazos anteriores ya los experimentaron, las que padecieron este tipo de dolores antes de quedar embarazadas, y las que no tienen al menos una base de entrenamiento físico pregestacional.
El más frecuente, se da en la zona posterior más baja de la pelvis hacia ambos costados de la línea media, aproximadamente a unos 5 cm. Aunque suelen ser de una intensidad de leve a moderada, estos dolores se pueden distribuir en la parte posterior de los muslos y confundirse con afecciones del nervio ciático. Es probable que se agudicen a medida que va avanzando la edad gestacional, sobre todo en los finales del 2do y 3er trimestre: esto se debe a la inflamación de la articulación que une el hueso sacro con los huesos de la cadera.
Por su parte, los calambres en los músculos gemelos suelen producirse en el tercer trimestre: los sufren entre un 30 y un 50% de las embarazadas. También son comunes en los músculos de los pies. Duran algunos segundos, pero en ocasiones dejan dolor residual por varias horas.
¿POR QUÉ APARECEN?
La causa que produce este tipo de afecciones se explica a partir de los cambios que se originan en el cuerpo con el avance del embarazo, cuando el bebé va ocupando más lugar en el útero y generando mayor peso para la mamá.